martes, 23 de agosto de 2011

Vocación u obligación



“El mundo está a oscuras no tanto por el mal
que hacen los malos, como por el bien que
dejan de hacer los buenos.”
Martin Luther King


Vocación u Obligación

En esta profesión he visto diferentes tipos de profesores, desde aquellos que estudian educación porque no consiguieron cupo en otra Facultad y aunque sabían que no tenían la vocación, no les quedó más remedio que elegir esta carrera para ganarse el pan, y ni hablar de aquellos que sólo estudiaron esta profesión por cumplir un capricho de sus padres, así que generalmente, una persona que estudia una carrera que no le apasiona, termina sintiéndose frustrado, sin embargo, los que hemos estudiado esta carrera por vocación, a veces hemos llegado a sentir esa sensación de frustración, y eso se debe muchas veces al respeto que se ha perdido por parte de una gran mayoría de estudiantes hacia sus profesores, y al poco sueldo que recibimos considerando la inflación en nuestro país, son sólo dos factores para que alguien quiera tirar la toalla en esta labor tan importante que tenemos los educadores.

Estas líneas son para aquel o aquella docente que ha salido del aula de clases desanimado, decepcionado, triste o simplemente frustrado, si eres educador, te quejas y te sientes mal, es mejor que busques otro oficio, porque no sólo tú estás siendo infeliz, sino que estás afectando a tus estudiantes con tu apatía, amargura, mal humor, y no sólo tú debes estar harto, ellos también lo estén ellos de ti. Seguramente tienes otros talentos para desarrollarte en otra labor, y si estudiaste esta carrera sin vocación con más razón te aconsejo que busques una tarea que te haga realmente feliz.

Ahora bien, si llevas la vocación de maestro en la sangre, porque sabes que es lo que te apasiona, y lo disfrutas muy a pesar de todo lo negativo, si eres de los que amas las sonrisas de tus muchachos, disfrutas de ese “¡Ah ya entendí profe!” cuando has logrado el aprendizaje, si eres de los que posee la esperanza de ver vidas cambiadas con tu trabajo y añadido a eso amas a tu país aún y cuando los demás dicen que nuestra sociedad no tiene remedio, a ti te digo: “¡Te necesitamos!, no verás el fruto de tu trabajo de inmediato, pero te aseguro que necesitamos más gente como tú en nuestra profesión, para formar a esos hombres y mujeres virtuosos. Bolívar dijo una vez que un sistema no constituye una la República, son los hombres y mujeres virtuosos quiénes constituyen ésta.

Debo confesar que más de una vez llegué a casa llorando, sintiendo que había perdido mi tiempo estudiando esta carrera, que mi profesión no era estimada como en un pasado lo fue, no sólo he visto el irrespeto de jóvenes hacia sus docentes sino también de los mismos representantes que apoyan muchas veces la flojera, apatía y desidia de sus hijos, y la culpa según ellos es de nosotros, cuando bien sabemos que la primera educación empieza en el hogar, y los hijos son un reflejo claro de sus padres. Me alegro que hoy día tengamos la LOPNA, y que nuestros niños, niñas y adolescentes conozcan sus derechos, pero se ha olvidado destacar sus deberes para con sus padres, escuela y comunidad, ciertamente ahora están protegidos, antes habían maestros que golpeaban y castigaban severamente a sus estudiantes, yo misma tengo un mal recuerdo de una maestra en 4to grado de primaria que me golpeó y humilló delante de mis compañeros de clase, sin embargo; considero que se debe también enfatizar los deberes que nuestros “chamos” tienen para con sus padres, docentes y sociedad. Por otra parte, también he llorado cuando he visto que el sueldo no me ha alcanzado para las necesidades básicas, yo sé qué es tener que sacar de tu propio sueldo dinero para comprar materiales que necesitas para realizar tus clases, y hacer dinámica una clase, eso nadie lo agradecerá nunca, ni siquiera tus propios alumnos, por eso comprendo el por qué muchos profesores convierten sus clases en un aburrimiento para sus estudiantes, o porque sólo se sientan a dictar desde un escritorio y van perdiendo el entusiasmo al impartir conocimientos. Apartando todo esto, siempre hay algo que te lleva a querer hacer las cosas bien, en hacerlo mejor por ellos, y por el profundo anhelo que ellos sean ese cambio que el país necesitará a futuro. Y hablo de cambio porque tenemos que mejorar en muchos aspectos como venezolanos.

No sabes qué impacto pueda tener tu vida, tu ejemplo y tus palabras en los niños o jóvenes a los que enseñas. Mi maestra Eva, en segundo grado de primaria, marcó mi vida de forma positiva, y en mis juegos con las muñecas y con otros niños yo la imitaba, jugaba a la escuelita, sonrío porque jamás imaginé que yo sería profesora, que esos juegos serían luego una realidad para mí. En otro capítulo ya hablaré de aquellos profesores que me dejaron un gran tesoro de enseñanza e impactaron mi vida con su ejemplo.

Lo que trato de hacerte ver es algo que has olvidado, y es cómo has marcado vidas y lo has olvidado, has dejado huella en el destino de muchos, por lo tanto, no te rindas y no decaigas en la responsabilidad hermosa que te ha sido entregada. Andrés Bello por ejemplo, marcó la vida de nuestro Libertador Simón Bolívar, quizás la historia habría sido otra si Bello no hubiese estado en el escenario, tal vez nuestro destino habría sido otro si no hubiese existido un Simón Rodríguez, otro gran maestro venezolano.

Tú estás escribiendo la historia de nuestra nación e ignoras esto.

La profe Lili.

“El educador mediocre habla.
El buen educador explica.
El educador superior demuestra.
El gran educador inspira.”
William Arthur Ward.

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